jueves, 31 de agosto de 2017

Hna Giller y Hna Nielsen. Barrio Bolognesi. MPLS

Elder Andersen de las oficinas misionales de Salt Lake nos recomendó cambiar de misión. Me regresaron a la Misión Perú Lima Sur.
Esto fue súper bueno para mi, porque deseaba con todo mi corazón que presidente Douglas me diga alguna cosa sobre la expiación, me siento muy triste.

Íbamos caminando por un parque cerca de su casa junto a su hermosa esposa y valiente hijo, el parque se llama Parque de los olivos. Me hizo meditar como si estuviéramos en Getsemaní. Y comenzó a hablarme con palabras muy acertadas diferentes cosas que no recuerdo muy bien, pero para siempre recordaré esto: El Salvador sabe con mucha perfección lo que ud siente y le enseñará a sanar, búsquele para que le pueda enseñar.

Luego de eso fuimos a cenar comida sana y rica.

Dormí en la casa de los Douglas, antes de dormir conversamos bastante el matrimonio y yo, les conté lo que pasó y me dieron un libro llamado "My Story". Agradecí muchísimo nuestro ratito. Estaba recibiendo luz y verdad. En el cuarto despues miré el Libro. Es de una Jóven quien sufrió un secuestro que duró 9 meses y fue maltratada sexualmente todo ese tiempo, sentía sinceros deseos de saber como logró salir adelante y mostraárselo a todos.

Al día siguiente me asignaron a Bolognesi, junto a hermana Nielsen (gringa) y Hermana Giler (Ecuador).

Aún habían muchas hermanas que conocí antes de irme, me sentía tan feliz de volver a verlas <3 Me invitaron a una reunión de líderes y fue muy lindo para mi recordar tantas cosas hermosas que en verdad extrañaba, sobre todo el enfoque en la expiación y obra de salvación.

Mis nuevas compañeras son maravillosas maestras, y en sus ojos puedo ver el fuego de un testimonio puro y deseo de compartirlo. Estamos enseñando a un jóven con fecha bautismal, el se ve muy sincero y deseoso de seguir al Salvador, el ama a las misioneras, me siento feliz en este sector. Los hermanos del barrio me tratan muy bien.

Aún así, mi tristeza es muy profunda, amarga y pesada. Deseo llorar todo el tiempo. Me dan miedo aquellos hombres que aunque antes lo veía como algo normal, habitualmente tiran piropos a las misioneras. Me da miedo cualquier extraño. Amo Perú y sus calles y su gente, con todo mi corazón, pero siento que no puedo mas.

Los primeros días mis compañeras no sabían que me había pasado, tuve que contarles después de que un día llegamos a casa y lloré mucho y no lograba dejar de hacerlo.

Mis compañeras son eso, compañeras, y son las .mejores del mundo que no podría haber deseado, ellas me dieron todo su amor, comprensión, y alegría.

Mis fuerzas no han regresado, me siento aún mas débil físicamente, extremadamente cansada. Necesito regresar a mi casa y acostarme y llorar. No dejo de pensar en Hna Marvelous y desear saber como está. Hna Nonu y Hna Treanor me escribieron y ha sido difícil pero siguen adelante. Hna Nonu y yo regresamos a casa. Hna Treanor siguió hasta el final.

Sé que Dios tiene sus propósitos y solo quiero dejarle a el eso, por mi parte solo quiero acostarme y leer y hablarle a Hna marvelous, Hna treanor y Hna Nonu.

Hna Nielsen y Hna Giler son maravillosas,  y el barrio también, agradezco sentir otra vez todo lo lindo que sentí la primera vez siendo misionera, al descubrir por mi misma tooodo lo que testifica el espiritu sobre la expiación.

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